Finalizó la fase naval del Fraterno XXXI
16-8-2013 | Durante cinco días, unidades aeronavales, submarinas y de superficie brasileñas y argentinas operaron en el mar. El grupo de tareas combinado estuvo a cargo del comandante de la Flota de Mar argentina y el comandante de la Segunda Escuadra brasileña.
Puerto Belgrano – Durante la tarde de hoy, con el arribo del último buque a la dársena de Puerto Belgrano, finalizó la etapa naval del ejercicio binacional Fraterno XXXI. Desde el lunes 12, los buques brasileños y argentinos, dos helicópteros y un submarino realizaron ejercicios programados de adiestramiento en el mar en los que se logró la interoperabilidad entre ambas Armadas.
Así, constituyendo un grupo de tareas combinado a cargo del comandante de la Segunda Escuadra, contralmirante Paulo César Mendes Biasoli –máxima autoridad brasileña en el operativo-- y el comandante de la Flota de Mar, contralmirante VGM Juan Carlos Temperoni, tres unidades brasileñas junto a tres unidades argentinas se hicieron al mar para desarrollar el operativo Fraterno en su XXXI edición.
Los buques participantes que conformaron el grupo de tareas combinado fueron: la fragata “Niteroi”, el navío tanque “Marajó” y el submarino “Tikuna” por parte de la Marina de Brasil –con el comandante de la Segunda Escuadra a bordo de la “Niteroi”-- y las corbetas ARA “Espora” y “Parker” junto al destructor ARA “Almirante Brown” con el comandante de la Flota de Mar a bordo, junto al Estado Mayor que llevó a cabo la planificación del ejercicio binacional por la parte argentina.
Durante las cinco jornadas se realizaron maniobras marineras como operaciones de superficie; maniobras de pasaje al habla; traspaso de peso liviano y reabastecimiento de combustible en el mar; tiro diurno y nocturno; calificación de pilotos y maniobras tácticas simuladas.
Asimismo, en lo que hace a operaciones específicas se llevaron a cabo operaciones antisubmarinas: cortinado, búsqueda y ataque del submarino brasileño que se reunió en el mar, proveniente de Mar del Plata, con las unidades de superficie desplegadas. Para finalizar el operativo se realizó un juego táctico.
Este año la Argentina participó con las unidades previstas y gracias al alistamiento y adiestramiento se pudieron incorporar otras unidades al ejercicio de crisis: el destructor ARA “La Argentina” y las corbetas ARA “Robinson” y "Gómez Roca".
“La impronta con la que se planificaron los ejercicios fue en la progresividad de los mismos, tratando de maximizar las operaciones”, expresó el capitán de fragata Pablo Basso, jefe de Operaciones argentino en el operativo, quien además destacó: “Dentro de las relaciones de la Marina de Brasil y la Armada Argentina está este operativo Fraterno, que nos encuentra ya en su edición XXXI. Este ejercicio se planifica todos los años tomando como sede un país alternativo –Brasil o Argentina-- y este año le tocó a la Argentina ser sede”. Esta edición del ejercicio binacional contó con un Fraterno naval y un Fraterno anfibio combinado que se está desarrollando en costas argentinas.
Responsabilidades fraternas
Dentro del ejercicio, los Estados Mayores planificaron una alternancia en las responsabilidades de la conducción de la fuerza. De esta manera, las máximas autoridades, durante “guardias” de 24 horas, estuvieron alternadamente a cargo de las operaciones en el mar.
“Hemos trabajado durante cinco días cumpliendo la programación que se planificó con la Marina de Brasil, como todos los años, realizando todas las actividades con un resultado altamente satisfactorio”, expresó el comandante de la Flota de Mar, contralmirante VGM Juan Carlos Temperoni. “Hemos podido compartir esta interoperabilidad que es tan importante para poder seguir en la dirección que llevamos juntos en más de treinta años”. Los ejercicios fueron los habituales: “desde una maniobra de pasaje al habla hasta un ejercicio táctico”, expresó.
“Hoy nos queda más que finalizar con un hermoso día, todos los buques navegando a puerto con la tarea cumplida, en una formación cerrada, tomando una vista final de este grupo de tareas combinado que llega a su fin”, expresó el contralmirante Temperoni con esa satisfacción que sólo da el deber cumplido. “Los marinos se han adiestrado, se han amarinerado y han podido compartir con una Armada extranjera”.
“Hoy somos una fuerza combinada que tiene mucha fluidez y entendimiento, que efectuamos previamente en las conferencias, y mañana en la conferencia final en la que sacaremos las lecciones aprendidas, lo que nos permitirá llegar al año que viene perfeccionándonos en los errores y en los aciertos”, finalizó el comandante de la Flota de Mar.
El ejercicio
El ejercicio Fraterno es pionero en el acercamiento entre Argentina y Brasil mediante sus Armadas. El primero se hizo en 1978 y a partir de entonces se consolidó un creciente grado de interoperabilidad.
En el adiestramiento se conforma una Fuerza Naval Combinada para conducir y ejecutar operaciones en un área bajo un ambiente de amenazas múltiples: submarinas, aéreas y de superficie.
Cada año, las tripulaciones de ambas Armadas aprovechan estos encuentros para intercambiar opiniones profesionales y fomentar la camaradería.
Así, constituyendo un grupo de tareas combinado a cargo del comandante de la Segunda Escuadra, contralmirante Paulo César Mendes Biasoli –máxima autoridad brasileña en el operativo-- y el comandante de la Flota de Mar, contralmirante VGM Juan Carlos Temperoni, tres unidades brasileñas junto a tres unidades argentinas se hicieron al mar para desarrollar el operativo Fraterno en su XXXI edición.
Los buques participantes que conformaron el grupo de tareas combinado fueron: la fragata “Niteroi”, el navío tanque “Marajó” y el submarino “Tikuna” por parte de la Marina de Brasil –con el comandante de la Segunda Escuadra a bordo de la “Niteroi”-- y las corbetas ARA “Espora” y “Parker” junto al destructor ARA “Almirante Brown” con el comandante de la Flota de Mar a bordo, junto al Estado Mayor que llevó a cabo la planificación del ejercicio binacional por la parte argentina.
Durante las cinco jornadas se realizaron maniobras marineras como operaciones de superficie; maniobras de pasaje al habla; traspaso de peso liviano y reabastecimiento de combustible en el mar; tiro diurno y nocturno; calificación de pilotos y maniobras tácticas simuladas.
Asimismo, en lo que hace a operaciones específicas se llevaron a cabo operaciones antisubmarinas: cortinado, búsqueda y ataque del submarino brasileño que se reunió en el mar, proveniente de Mar del Plata, con las unidades de superficie desplegadas. Para finalizar el operativo se realizó un juego táctico.
Este año la Argentina participó con las unidades previstas y gracias al alistamiento y adiestramiento se pudieron incorporar otras unidades al ejercicio de crisis: el destructor ARA “La Argentina” y las corbetas ARA “Robinson” y "Gómez Roca".
“La impronta con la que se planificaron los ejercicios fue en la progresividad de los mismos, tratando de maximizar las operaciones”, expresó el capitán de fragata Pablo Basso, jefe de Operaciones argentino en el operativo, quien además destacó: “Dentro de las relaciones de la Marina de Brasil y la Armada Argentina está este operativo Fraterno, que nos encuentra ya en su edición XXXI. Este ejercicio se planifica todos los años tomando como sede un país alternativo –Brasil o Argentina-- y este año le tocó a la Argentina ser sede”. Esta edición del ejercicio binacional contó con un Fraterno naval y un Fraterno anfibio combinado que se está desarrollando en costas argentinas.
Responsabilidades fraternas
Dentro del ejercicio, los Estados Mayores planificaron una alternancia en las responsabilidades de la conducción de la fuerza. De esta manera, las máximas autoridades, durante “guardias” de 24 horas, estuvieron alternadamente a cargo de las operaciones en el mar.
“Hemos trabajado durante cinco días cumpliendo la programación que se planificó con la Marina de Brasil, como todos los años, realizando todas las actividades con un resultado altamente satisfactorio”, expresó el comandante de la Flota de Mar, contralmirante VGM Juan Carlos Temperoni. “Hemos podido compartir esta interoperabilidad que es tan importante para poder seguir en la dirección que llevamos juntos en más de treinta años”. Los ejercicios fueron los habituales: “desde una maniobra de pasaje al habla hasta un ejercicio táctico”, expresó.
“Hoy nos queda más que finalizar con un hermoso día, todos los buques navegando a puerto con la tarea cumplida, en una formación cerrada, tomando una vista final de este grupo de tareas combinado que llega a su fin”, expresó el contralmirante Temperoni con esa satisfacción que sólo da el deber cumplido. “Los marinos se han adiestrado, se han amarinerado y han podido compartir con una Armada extranjera”.
“Hoy somos una fuerza combinada que tiene mucha fluidez y entendimiento, que efectuamos previamente en las conferencias, y mañana en la conferencia final en la que sacaremos las lecciones aprendidas, lo que nos permitirá llegar al año que viene perfeccionándonos en los errores y en los aciertos”, finalizó el comandante de la Flota de Mar.
El ejercicio
El ejercicio Fraterno es pionero en el acercamiento entre Argentina y Brasil mediante sus Armadas. El primero se hizo en 1978 y a partir de entonces se consolidó un creciente grado de interoperabilidad.
En el adiestramiento se conforma una Fuerza Naval Combinada para conducir y ejecutar operaciones en un área bajo un ambiente de amenazas múltiples: submarinas, aéreas y de superficie.
Cada año, las tripulaciones de ambas Armadas aprovechan estos encuentros para intercambiar opiniones profesionales y fomentar la camaradería.
Fuente: Gaceta Marinera, Armada Argentina
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