Por 1ª vez entran tanqueros a La Teja gracias a dragados

EMILIO CAZALÁ

El canal de acceso a La Teja de 2,5 kilómetros fue dragado a 9 metros de profundidad y ya comenzaron a llegar los petroleros que antes debían alijar a naves más pequeñas en la rada externa, con enorme costo.

Esta pasada semana entró por primera vez en años a los muelles de la Ancap en La Teja un buque petrolero de 171 metros de eslora con unas 30 mil toneladas de crudo y casi seguidamente lo hizo un gasero, gracias a que el canal de acceso a los muelles de Ancap fue dragado hasta una profundidad de 9 metros y no se pudo más porque los muelles de La Teja no lo permiten. El ingreso de barcos a La Teja no ocurría desde hace años, debido a que ese canal, por el no uso, se había anegado de barro y no era desconocido que su profundidad en la actualidad no iba más alla de los 6 metros, lo cual impedía el ingreso de naves tanqueras y gaseras de mayor porte. El petrolero entrado es el "Ocean Quest" de bandera inglesa, (antes "Maersk Rochester") de 35 mil toneladas de desplazamiento con un calado máximo de 7,50 metros. Sin duda parece muy acertada la decisión de la ANP de recuperar ese canal de navegación, una opción que evitará los costosos alijes ahí afuera que había que hacer a naves menores con todos los riesgos que ello supone. No es menos cierto que la propia Ancap debe hacer solicitado la reactivación de ese canal de navegación para resolver un problema serio de costos que implica los alijes por nombrar uno de los aspectos perjudiciales, pero sobre todo para trabajar con mayor seguridad y fluidez.

El dragado de dicho canal, se hizo bajo los términos de una licitación, en una extensión de 2,5 kilómetros, traza que va desde el antepuerto hasta los muelles de La Teja, y fue realizado con la draga china Hang Jun 4011, operación que demandó un poco más de un mes en cuyo lapso se extrajeron unos 300 mil metros cúbicos de barro, que según trascendió tuvo un costo de unos 2 millones de dólares. Si mal no recordamos, este canal tenía 9,30 metros de profundidad cuando venían los "Ancap Tercero" y "Ancap Cuarto" con 10/12 mil toneladas cada uno de todas las procedencias del mundo, incluso de Rusia, Novorosisk, Venezuela, Golfo Pérsico, y más tarde llegaron los llamados en aquellos años los supertanques como el "Aspasia Nomikos", "Atlantic Baroon", "Eurídice", que eran naves súperelegantes con camarotes tapizados en madera para la tripulación y oficiales, eran enormes ya que transportaban 20 mil toneladas. Luego vino el "Presidente Oribe", con 25 mil toneladas de crudo, "Presidente Rivera" un poco más grande. A los muelles de La Teja llegaban unos 100 petroleros anualmente.

Pero la Boya del Este, también por buenas razones, optó por los grandes petroleros y el canal a La Teja cayó en desuso aunque los hechos han demostrado que la terminal de La Teja sigue válida y debe mantenerse operativa además por si la terminal del Este quedara fuera de servicio por algún accidente, pero también por otras razones menos graves pero igualmente valiosas. En suma que esta operación fue muy valiosa para los intereses de Ancap. Hace algún tiempo, según trascendidos en el ámbito local, a la llegada de un barco con gas a la boya petrolera, Ancap debió realizar la limpieza del oleoducto por el que solo se maneja crudo para dar paso al subproducto nombrado y claro que esto cuesta dinero.

Ahora Ancap está licitando una terminal para barcos tanqueros sobre la escollera Oeste a un costo de más de 100 millones, que puede resolver algunos de los problemas.

MÁS OBRAS. Para ubicarnos, las dos escolleras que tenemos son la Sarandí, o sea la escollera Este y la otra, la escollera Oeste. Proyectan alargar esta escollera, una obra marítima de gran costo en 350 metros hacia el noroeste, en dirección al Cerro, colocando allí dolfin para amarrar barcos, se draga ese lugar hasta 13 metros, se instala un muro de atraque con la sala de control y por un poliducto a través de la isla de Ratas se manda el gasoil, fueloil, propano y metano líquido o sea el gas, hasta los tanques de la Ancap. Es una obra bien pensada.

El País Digital, Montevideo, Uruguay.