COPA AMÉRICA | 35ª edición
Una Copa América sin americanos
La flota de las series mundiales de la 35ª Copa América, en aguas de Gotemburgo. | Gilles Martin-Raget
El Deed of Gift es el texto fundacional de la Copa América, el documento donde reposan los mandamientos
que rigen la madre de todas las regatas desde 1887. Una de estas normas
básicas establece que debe ser una competición amistosa entre naciones.
En el pasado, cada barco era diseñado y construido en el país del club
náutico que retaba al defensor del trofeo -incluso tenía que llegar a la
sede que acogía la batalla navegando por sus propios medios- y en las
tripulaciones no había muchas plazas para extranjeros. Se trataba de una
competición con altas dosis de patriotismo, sobre todo para los
estadounidenses que lograron retener el santo grial del mar durante 132 años.
Poco queda ya de aquel orgullo nacional. Para empezar, el Oracle Team USA de Larry Ellison, actual Defender, no pondrá en juego la Jarra de las Cien Guineas en Estados Unidos
dentro de dos años, sino en Bermudas, donde las exenciones fiscales son
un auténtico caramelo para los patrocinadores. La decisión tomada por
la quinta fortuna del mundo no ha sido bien digerida por todos sus
seguidores. Y es que, en 164 años de historia, sólo hay un antecedente
similar: cuando el Alinghi ganó la Copa América en 2003 y escogió
Valencia para la siguiente edición. En aquella ocasión, sin embargo,
había un argumento de peso, ya que el equipo de Ernesto Bertarelli era
de Suiza, un país sin mar.
Foto: Gilles Martin-Raget / ACEA
Otro hecho que demuestra la globalización que está sufriendo
la regata en los últimos años: en la próxima cita del circuito mundial
previo a la 35ª edición de la Copa América (16/18 de octubre en
Bermudas) no habrá ningún regatista estadounidense en el agua. Ni en el Defender ni en los cinco desafíos inscritos. Algo insólito en el trofeo deportivo más antiguo del mundo.
El australiano James Spithill, patrón y timonel del
Oracle Team USA, ha escogido como tripulación titular a sus compatriotas
Tom Slingsby (táctico y caña), Kyle Langford (táctico), Kyle Langford
(trimmer del ala) y Joey Newton (trimmer) y al antiguano Lois Sinclair
(proa). El equipo sí cuenta con tres estadounidenses, pero comenzarán a
ver las regatas en tierra firme.
Como recuerda la publicación Scuttlebutt, la regla de nacionalidad del Protocolo -las normas de una edición- obliga a que al menos haya un tripulante del país
del equipo a bordo, escollo que el sindicato de Ellison ha salvado con
regatistas que disfrutan de doble nacionalidad, caso de Slingsby y
Sinclair. Una solución que recuerda a la adoptada por Bertarelli cuando
decidió fichar a golpe de talonario a varios de los mejores navegantes
neozelandeses para armar su proyecto y tan sólo tuvo que poner una
residencia en Suiza a cada uno de ellos.
Fuente. El Mundo, Madrid, España.
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