La herencia de la Copa América y la experiencia en organización de eventos la avalan
Hubo un tiempo en que Valencia estuvo de espaldas al marMediterráneo. Una ciudad con una fachada marítima oscura, que no iba más allá de lo puramente comercial. Puerto importante en estos menesteres, pero que a todas luces tenía grandes posibilidades deportivas, turísticas, económicas.
La elección de Valencia para ser sede de la XXXII Copa América de vela en 2007 cambió todo. Se desarrolló una apuesta de enorme calado en preparar las infraestructuras para acoger una edición –luego hubo otra en 2010– de la competición más antigua del mundo.
Antes de esto ya se estudió la posibilidad de presentar a la ciudad como sede de vela olímpica. Se diseñó entonces un balcón al mar. Luz para la ciudad. Un abrazar el Mediterráneo. Y se formuló la separación del tráfico mercante y deportivo con el cierre de la dársena interior.
La apuesta deportiva y el acondicionamiento del puerto de Valencia fue fundamental para que la Copa América fuese calificada por regatistas, equipos, organizadores y aficionados y curiosos de éxito rotundo. Y esto no fue solo por las infraestructuras, sino también por el espectáculo que se vio desde las playas.
Las condiciones de viento permiten que Valencia tenga uno de los mejores campos de regatas del mundo –tendrá cinco sectores–. Esa es la herencia de la Copa América que está a disposición de la candidatura de Madrid 2020 como subsede de vela. El resultado es un espacio único en el mundo, de más de un millón de metros cuadrados y 700 puntos de amarre, con integración urbana.
Infraestructuras
Valencia ofrece un edificio de transmisión televisiva, que permitió la señal internacional de la Copa América, y dispone de espacio para el trabajo de 500 periodistas, mientras que la antigua Estación Marítima –utilizada en las ediciones del Gran Premio de Europa de F-1– tiene capacidad para 1.400.
El remodelado Edificio del Reloj, que sería el centro de operaciones de los miembros del COI. Los Tinglados –almacenes modernistas de 1900– , como lugares de almacenaje. Las bases de los equipos Copa América, destinados para los voluntarios y seguridad náutica. Y el patrimonio emblemático del edificio «Veles e Vents», que domina el campo de regatas y la sede.
Un 10% para culminar
Una vez se designe en septiembre a Madrid como sede de los Juegos, Valencia llevará a cabo la conclusión de las obras necesarias para disponer de las mejores instalaciones. Sólo un 10% le resta a la ciudad del Turia. Se construirá el Centro de Regatas, que estará destinado a los deportistas y los barcos. Ahí se centraría la vida deportiva con todas sus necesidades cuando no se celebrasen las diferentes pruebas olímpicas. Además se adaptarán los amarres de la Marina Sur y se ubicarán las gradas para los espectadores.
La Villa Olímpica
Se estima que el cuerpo olímpico que se localizará en la subsede de vela lo compondrán unas 800 personas. La Villa Olímpica la configurarán los hoteles del entorno de la Marina, ubicados a 200 metros del Centro de Regatas y los campos de competición. Son claves también las condiciones de comunicación. El AVE conecta Madrid y Valencia en poco más de hora y media. Buenas autovías y el aeropuerto de Manises lo completan.
Valencia, la mar olímpica de Madrid
RITA BARBERÁ ALCALDESA DE VALENCIA
Desde que Madrid anunciara su deseo de albergar unos Juegos Olímpicos, Valencia ha mostrado su más firme y rotundo apoyo a la capital. Hoy, en esta última etapa de nuestra candidatura -que tan extraordinariamente defendió nuestra delegación, encabezada por el Príncipe de Asturias-, Valencia renueva su compromiso con Madrid 2020.
Valencia aporta el que tantas veces, y por tantas voces distintas, ha sido calificado como «el mejor campo de regatas del mundo»; unas instalaciones que consiguieron que la America’s Cup de Valencia haya sido reconocida como la mejor que jamás se ha celebrado.
Nuestra proximidad a Madrid, con excelentes vías de comunicación, como el AVE, que nos enlaza en menos de 100 minutos, potencia la candidatura española. Y nuestra extraordinaria Marina Real Juan Carlos I, con un millón de metros cuadrados, es el enclave ideal -además de bellísimo- para celebrar las siete pruebas de regatas en la propia ciudad y a la vista de miles de espectadores desde las playas.
Todo está dispuesto para el éxito. El alojamiento de la Familia Olímpica se hará en el entorno de la Marina; la mejor Villa Olímpica que se puede ofrecer, a 200 metros del Campo de Regatas.
Valencia y la mar mediterránea; su centro histórico, que es uno de los más grandes de Europa y en cuya Catedral se custodia el Santo Grial; su Lonja de la Seda -joya del gótico civil y Patrimonio de la Humanidad-, y su impresionante Ciudad de las Artes y de las Ciencias, gran icono de modernidad. Todo esto y mucho más es hoy también Madrid, y la representa, porque Valencia es su orgullosa e ilusionada subsede olímpica.
Crucemos los dedos, Valencia siempre ha sido parte de ese gran proyecto con el que Madrid quiere «iluminar el futuro», y qué mejor luz que la de Valencia.
Fuente: ABC, Madrid, España.
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