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Monday, 23 September 2013

EL CATAMARÁN TOMARÁ 2 HORAS Y 12 MINUTOS PARA ENLAZAR AMBAS CIUDADES


Los viejos "Ciudad" y el nuevo Buquebus


Quedó atrás un tiempo para recordar pero desapareció un estilo de viajar a Buenos Aires en los clásicos "vapores de la carrera", durmiendo dos noches a bordo, sustituidos ahora cien años más tarde por el fast service de Buquebus dos veces por día y con auto.
Emilio Cazalá
Hace 95 años arribaron las naves "Ciudad de Montevideo y "Ciudad de Buenos Aires". Foto: archivo El País
En las viejas naves viajaban casi todos los actores y actrices argentinas de la época. Foto: archivo El País
Nos parece que el arribo a Montevideo del moderno fast ferry "Francisco Papa" de Buquebus que con mil pasajeros y 150 autos hará la travesía entre ambas orillas del Plata en dos horas y doce minutos, resulta un acontecimiento igualmente impactante y hasta revolucionario en ambas orillas del Plata, tal como lo fue hace 95 años la incorporación de dos inolvidables naves que fueron aquellos vapores de la carrera que conocimos como el "Ciudad de Montevideo y "Ciudad de Buenos Aires", entonces dos pequeños "Queen Mary", nada menos que con tres chimeneas, que asombraron a las sociedades hermanas platenses.
Frente a este cambio tecnológico de no pasarse más una noche durmiendo en la nave para cruzar el charco, vale la pena que recordemos un poco aquellos famosos barcos a bordo de los cuales ocurrió de todo para uruguayos y argentinos: nacimientos de noviazgos, casamientos, defunciones, suicidios, fiestas, despedidas, viajes de novios por millares, accidentes, muertes, la desaparición de Mateo Marques Castro, nuestro embajador en Buenos Aires.
Viajes de príncipes, desfiles de modas, viajes de actores y actrices, ministros de ambos países y extranjeros, viajes de gobernantes como Evita Perón y también de uruguayos y argentinos. En estos barcos viajaron casi sin excepción casi todos los actores y actrices argentinas del pasado y recordamos a Mirtha Legrand con su belleza y elegancia sin par, casi una reina, bajando aquellas escaleras al gran salón, una entrevista a Berta Singerman, Luis Sandrini, Guillermo Bataglia actor de aquella inolvidable película argentina "La Muerte camina en la lluvia", Carmen Sevilla y cientos de personajes argentinos y cantantes internacionales que venían del Colón de Buenos Aires para actuar en el Sodre o el Solís y orquestas musicales, a muchos de los cuales entrevistamos. Pero uno de los frecuentes viajeros a Buenos Aires fue el presidente Jorge Batlle que entonces tenía a su familia en esa ciudad, y pocos como él deben haber conocido estos vapores de la carrera; también el famoso y recordado naviero argentino Don Alberto Dodero que fue un asiduo viajero en estas naves.
Tampoco faltaron las conferencias de prensa de notables a bordo, filmaciones argentinas de películas policiales y dramaticas y viajes permanentes de famosos escritores, reuniones solidarias de ayuda social, acuerdos de negocios luego de una bien servida y regada cena en su salón principal, y hasta conciertos de piano para amenizar el viaje o presentar artistas de valía.
Casi no había viaje donde uno no se reencontrara a bordo sorpresivamente con amigos y hasta con familiares y no faltaron los polizones que los hubo a montones. En los años 1925 y 1927 fueron numerosos las excursiones que con argentinos hicieron a Piriápolis y Punta del Este. Casi todos los agentes marítimos y empresas de seguros y hombres de negocios viajaban frecuentemente en estas naves en ambos sentidos.
Tambien lo hicimos nosotros y la verdad, nunca pudimos soportar el ruido de sus máquinas y vibraciones que no dejaban dormir, y bueno a las las 7 ya estabamos afeitándonos para una hora más tarde desembarcar en la gran Buenos Aires, impactándonos como siempre y estar en pleno Corrientes era lo más.
¡Por Dios, qué hermosa era Buenos Aires! ¡Qué inolvidables recuerdos! Y lo sigue siendo. El tranvía bajando desde Corrientes por Esmeralda, el Gran Hotel Roi, donde nos alojamos tantos años, en esa esquina fueron nuestras primeras experiencias en 1941. Era París, era Europa ahí enfrente.
Es que en aquellos tiempos ir a Buenos Aires implicaba obviamente hacerlo en los vapores de la carrera, era la excursión soñada, los negociantes apurados por el día tomaban el avión, era un viaje de oficina a oficina, el resto del mundo lo hacía en los vapores de la carrera.
Tampoco faltaron los cotidianos "bagayos", desde Buenos Aires se traía de todo, desde bebidas, ropa, y sobre todo queso Roquefort, chocolates, las infaltables corbatas, y ropa para mujer, para cuya tarea había "comisionistas" legalmente instalados.
A fin de año los visitantes que despedían a su parientes a bordo, compraban de todo para las fiestas de Navidad y Año Nuevo, y de todo era de todo, hasta pan dulce. Nos parece que todos los que cumplieron 70 años viajaron en los vapores de la carrera sin excepción. Pero siempre hay cambios.
En 1942 la empresa Mihanovich pasa a ser propiedad de Dodero, en 1944 el gobierno uruguayo acordó personería a Cunytasa (Cía. Uruguaya de Navegación y Transportes Aéreos S.A.). Pero los barcos de pasajeros quedaron en manos de la flota fluvial del Estado argentino, no los compraba nadie. Vale la pena recordar que por los años 30, Piria llevó ambos barcos en excursiones especiales, a Piriapólis, y de hecho nosotros tenemos una foto del "Ciudad de Buenos Aires" allí.
Todo eso era la Cía. de Navegación Mihanovich que hizo historia con estos barcos en unos 43 años. Fueron viajes entre 1918 y 1957 en el "Ciudad de Buenos Aires" que se hundió en un choque con el carguero norteamericano "Mormacsurf" y el "Ciudad de Montevideo" que sobrevivió cinco o seis años más pero ya estaba "out", terminó sus días siendo desguazado.
Después de aquellos famosos barcos viene el tiempo de la sustitución de los mismos por dos nuevos barcos construidos en España. El primero en llegar fue el "Ciudad de Buenos Aires" y poco más de un año más tarde lo hizo su gemelo, el "Treinta y Tres", este último a diferencia del primero era un barco de pasajeros muy diferente y sumamente lujoso, confortable con camarotes con baño privado. Entró en servicio el viernes 22 de septiembre de l966 y fue retirado el 20/4/78 para ponerlo en la línea a Brasil por el campeonato de futbol haciendo un par de cruceros, sin éxito.
Después fue vendido a un armador griego que lo reformó y puso como lujoso crucero de turismo entre la Isla de Rhodas y Atenas con el nombre de "City of Rhodas". Tenía una eslora de 130 metros. Pero ahora está trabajando en el Caribe con otro nombre.
En el interin vinieron otros barcos como el "Ciudad de Santa Fe", "Ciudad de Mar del Plata", etc., pero no sería la mismo. Después vino el tiempo de López Mena, con su sus barcos estándar y primeras experiencias, pero tuvo la visión y el tino de entender los nuevos tiempos para el cruce rioplatense y optó por entrar en la era de los barcos rápidos hasta hoy que acaba de mejorar su perfomance incorporando su fast service con el catamarán "Francisco Papa" que hará el cruce en dos horas y doce minutos, una verdadera revolución en el Río de la Plata. Sin duda podrá competir seriamente hasta con los aviones: Montevideo es una ciudad pequeña, pero llegar al aeropuerto demanda más tiempo que el propio vuelo, horas previas para embarcar, luego los trámites. El check-in, mucho transporte; mejor salir por el puerto.
Fuente: El País, Montevideo, Uruguay.

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